Resumen de la Copa América 20011
LOS QUE GANARON

Venezuela:

Venezuela fue la selección que más efectivos utilizó durante el campeonato: 20 jugadores de un total de 23. También fue el equipo que llegó mejor preparado físicamente, siendo, según voces calificadas, el que corrió más parejo durante los seis partidos que disputó. En el primero de ellos, consiguieron sumar un punto después de 44 años en un torneo sudamericano. La anterior hazaña había sido en Uruguay 67, cuando le ganaron a Bolivia por 3 a 0. Sin dudas era un buen comienzo.

El mérito fue doble ya que se consiguió ante Brasil, un firme candidato. Es cierto que los defensores del título pudieron liquidar la contienda en dos oportunidades: cuando Pato remató al travesaño a los 26 minutos y más tarde, todavía en el primer tiempo, cuando Oswaldo Vizcarrondo sacó con el hombro un tiro cruzado de Robinho en el área chica. Los de Menezes pidieron penal pero el árbitro Raúl Orozco de Bolivia obligó a seguir. Seis días después de la inolvidable hazaña, Venezuela le ganó a Ecuador por 1-0 con gol de César González y se puso sorprendentemente arriba de la tabla del Grupo B en detrimento de Brasil y Paraguay, que empataron 2 a 2. Con la clasificación prácticamente asegurada, vino el mejor del partido de este torneo para quién escribe. Paraguay consiguió dar vuelta un temprano gol de Rondón (5´del PT) con tres de Alcaraz (32´ PT), Lucas Barrios (17´ ST) y Riveros (40´ ST). Con el match prácticamente liquidado, llegó una remontada in extremis del equipo de César Farías. El delantero Nicolás Fedor descontó a los 44´ y tres minutos más tarde, Arango centró un córner para su arquero, Renny Vega, quién habilitó con patriotismo a Perozo, presto en el segundo palo para marcar el 3-3 ¡Increíble!

Contra Chile, los venezolanos mostraron otro de sus argumentos: las jugadas de pelota parada. Sendos centros de Arango, materializados por Vizcarrondo y Cicheros, marcaron las diferencias ante a La Roja. Pero así como Chile hizo sonar dos veces la madera en los cuartos de final, la maldición araucana le pasó factura a Fedor y a Moreno en la semi ante Paraguay. Encima, en ese mismo partido el árbitro Francisco Chacón de México le anuló un gol a Vizcarrondo por considerar que dos compañeros suyos participaban adelantados en la jugada cuando éste cabeceó a meta. Luego del 0-0 (que podría haber sido 3-0 para Venezuela) llegó la hora de los penales. Franklin Lucena fue el único que falló en la tanda y Paraguay pasó a la final.

Con un día menos de descanso, cambio de clima y sede, y 30 minutos más de desgaste por la equiparada batalla ante la selección de Paraguay, los venezolanos debieron viajar de apuro a La Plata para disputar el partido por el tercer y cuarto puesto ante la selección de Perú. A la postre, los Incas ganaron por 4 a 1 en un cotejo en el que el mejor jugador del equipo, Juan Arango, cumplió 100 partidos con La Vinotinto.


Perú
Luego de jugarse el anteúltimo partido del Grupo C en el que Perú perdió contra Chile por 0-1 con un gol en contra de André Carrillo en el minuto 92, el técnico uruguayo de La Rojiblanca, Sergio Markarián, fue protagonista de una controvertida conferencia de prensa. Durante la misma, algunos periodistas de distintos medios chilenos le recordaron su campaña “ratona” con la Universidad de Chile, palabra que en la jerga futbolística significa “conservadora” o “defensiva”. Markarián dirigió a La U en el año 2009 y la sacó campeona del Torneo Apertura ganando los Play-off´s luego de quedar segundos en la Fase Clasificatoria. Con un planteo 5-4-1, similar al de esta selección peruana, los azules se quedaron con el torneo tras vencer al Audax Italiano, Everton y Unión Española en la eliminación directa, consiguiendo un total de 12 victorias, 6 empates y 5 derrotas. El mismo DT, en esa conferencia de prensa, respondió a los periodistas tratándolos de “rotuladores” y le aconsejó que: “Cambiaran su forma de ver el fútbol”.
Para comprender la visión futbolística de Markarián hay que entender que Perú llegó como la gran favorita para volverse en primera ronda. Sin clasificarse para el Mundial, con el antecedente de una sanción de la FIFA en 2008 por la intromisión política del Instituto Peruano del Deporte en la Federación Peruana de Fútbol, a todo esto debió sumar las ausencias de sus máximas figuras: Jefferson Farfán del Schalke 04 y el goleador del Werden Bremen Claudio Pizarro. Los Incas arribaron a Argentina con un equipo más bien guerrillero, mezcla de valores locales como Lobatón, Chiroque, Revoledo, Balbín y Cristian Ramos y de estrellas como Paulo Reinaldo Cruzado (de pocos partidos en la selección), Acasiete, Vargas, Guerrero, Rodríguez y Vilchez. La "patota" peruana, lista para resistir en el grupo de la muerte, se paró alrededor de su cerebro Juan Vargas, que ingresó en el segundo tiempo del partido contra Uruguay para quedarse. Fue contra Los Charrúas que Perú estuvo por delante durante 20 minutos del primer tiempo, gracias a un gol de Paolo Guerrero, hasta que Luisito Suárez emparejó los tantos. Luego vino un cotejo aplastante ante México, en el que los sudamericanos remataron 17 veces al arco contra 6 de Los Aztecas, y posteriormente la derrota ante Chile, con el nombrado autogol de Carrillo, que de no haberse consumado habría dejado a los tres equipos con 5 puntos, aunque sin alterar la posiciones dentro del grupo.
Resistencia es lo que opuso Perú ante Colombia en la prórroga de los cuartos de final, un cerrojo en el que no la valía la gambeta, sino reventar todo lo que botaba en el área para que alguno de los “chasquis” de arriba intentara aprovechar el pelotazo, como lo hicieron Lobatón y Vargas. La estrategia no les sirvió contra los uruguayos, que a río revuelto son los mejores del continente. Ante Venezuela, por el tercer y cuarto puesto, se destapó Paolo Guerrero con tres goles (fue el máximo artillero con 5), dándole a su país el honor de subirse a un podio después de veintiocho largos años.


Paraguay

A la fecha, Gerardo Martino ya ha anunciado su renuncia como técnico de la selección paraguaya luego de emprender su mejor campaña con La Albirroja ¿Los motivos? Según el propio entrenador, porque su equipo: "ha entrado en una meseta en la cual los resultados están en un lugar y el rendimiento del equipo ha estado en otro lugar." Honestidad aparte, la campaña del Tata fue histórica al llevar a los guaraníes a su octava final luego de empatar todos los partidos.

El plantel repitió trece nombres con respecto al utilizado en Sudáfrica 2010: Justo Villar y Diego Barreto en el arco; los defensores Paulo Da Silva, Antolín Alcaraz y Darío Verón; los volantes Enrique Vera, Víctor Cáceres, Cristian Riveros, Néstor Ortigoza, Edgar Barreto y Jonathan Santana; y los delanteros Lucas barrios, Nelson Haedo Valdez y Roque Santa Cruz. Figuras como el goleador Oscar Cardozo y el lateral Morel Rodríguez fueron excluidos por decisión técnica, mientras que una leyenda como Denis Caniza cumplió su ciclo en la nacional. Iván Piris, Aureliano Torres y Marcelo Estigarribia hicieron un buen papel como debutantes, especialmente este último, que se confirmó como una de las revelaciones del torneo y como la gran figura de la selección paraguaya junto con Néstor Ortigoza y Justo Villar.

Como se dijo anteriormente, además de empatar todos sus partidos, excepto la final, el equipo debió enfrentarse dos veces con Brasil y Venezuela de camino a la definición. Las dos prórrogas jugadas en cuartos y en semifinales pasaron factura a los guaraníes. Uruguay, el único rival de otro grupo con el que se midieron los de Martino, ganó por 3 a 0 en el Monumental y solo Hedo Valdez tuvo chances claras como para acortar distancias. En líneas generales, La Albirroja fue subcampeona porque apostó a la continuidad de un proyecto, cosa que no hizo ninguna de las otras selecciones participantes del Mundial de Sudáfrica, excepto la nombrada selección uruguaya. Pero, al mismo tiempo, fue víctima de su propio juego al encomendarse al 4-4-2 de forma exagerada, dependiendo demasiado del pressing y de los goles en la primera mitad, que muchas veces no llegaban. El desgaste físico de Paraguay fue mucho mayor con respecto al de otros equipos y, tal vez sin quererlo, enturbiaron un poco los partidos con su sistema táctico.


Uruguay

¿Por qué ganó Uruguay? Creo que por varias razones. Primero, porque apostó a la continuidad de un proyecto, el del Maestro Tabárez, repitiendo prácticamente los mismos titulares que lograron el tercer puesto en Sudáfrica 2010. Segundo, porque llegaron como punta y no como banca. Todas las apuestas daban a Argentina y a Brasil como seguros finalistas, y después a Chile, Paraguay y La Celeste como posibles rivales de estos dos firmes candidatos. Uruguay se creció con el correr de los partidos, llegando con lo justo al segundo puesto en un grupo complicado, el C. Contra Argentina, por los cuartos de final, sacaron a relucir su famosa garra charrúa. Este fue el mejor partido de los orientales para mi gusto, porque dejaron en claro que también se gana defendiendo la tradición futbolística, la tercera razón por la que creo que merecieron ser campeones más que otros equipos. Argentina y Brasil, como candidatos que eran, no lo hicieron y por ello se quedaron a mitad del viaje. Tampoco Colombia utilizó su toque corto bonito característico. Perú luchó más de lo que jugó y a Chile y Venezuela creo que les faltó suerte. Paraguay, al igual que el campeón, fue el que más se acercó a la tradición y por eso llegó más lejos.

Pero ¿qué es la tradición uruguaya? Defender cada pelota como si fuera la última; obligar al adversario a jugar a río revuelto para que Suárez, el mejor jugador del torneo, y Diego Forlán, el único delantero ambidiestro del campeonato, se llevaran para casa todo lo que pescaban arriba; priorizar el orden táctico, combinando futbolistas con experiencia como el capitán Diego Lugano o el negro Arévalo Ríos ¡qué jugadorazo! con perlas como Sebastián Coates, elegido mejor jugador joven de la competición; jugársela por Andrés Scotti en un partido clave como el de Argentina, un faro en el área listo para cabecear todas las jugadas ensayadas, lo que me obliga a exceder aún más la actuación de Fernando Muslera. De no haber sido por el faraónico desempeño de Justo Villar, el meta paraguayo votado como el mejor del torneo, El Nene Muslera habría sido tranquilamente el mejor guardavalla de la competición. Por último, doy mérito también a su fidelidad con la historia: Uruguay es con creces el país que más finales ha ganado en torneos oficiales, tanto a nivel de clubes como de selección, conforme al volumen de partidos consagratorios que disputó.

Felicitaciones a los uruguayos por mostrarnos el camino a los argentinos y al resto del mundo. Festejamos con honor su 15º título en la máxima competición latinoamericana. Queda claro que la humildad, el coraje y la tradición marcan el camino para lograr los objetivos.


El Futbolólogo

Publicado el 30 de julio de 2011

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