Óscar Córdoba
EL ADIOS A UN GRANDE


Para finales de este año Óscar Eduardo Córdoba abandonará las mallas, dejando tras de sí un legado de títulos que lo coloca entre los grandes guardametas latinoamericanos. Por él los hinchas de Nacional, Deportivo Cali, Millonarios, Once Caldas, América de Cali, Boca Juniors, Perugia, Beşiktaş y Antalyaspor se juntarán en un abrazo eterno para rendirle un merecido homenaje.
Este notable arquero nació en Cali el 3 de febrero de 1970 y a los quince años ya formaba parte del equipo pre-juvenil que disputó en Buenos Aires el Campeonato Sudamericano de 1985. A las órdenes del seleccionador Ricardo Laguay, quién lo había visto atajando en la selección Valle de su región natal, fue titular del equipo que llegó a semifinales en dicha competición y del que participó de los Juegos Bolivarianos de Cuenca (Ecuador). Tres años más tarde, debutó en primera división con el Atlético Nacional de Medellín, club donde atajaba el extraordinario René Higuita. Al lado de "El Loco" se divirtió aprendiendo los secretos del arco y, si bien era demasiado joven como para pelearle el puesto, sumó experiencia a una temprana edad.
En 1989 Nacional lo vendió al Deportivo Cali, justo cuando los medellinenses habían ingresado en la Copa Libertadores -la cual ganarían en mayo de ese año-. Bajo las órdenes del yugoslavo Popovic jugó bastante poco, por lo cual el club le ofreció la posibilidad de irse a préstamo a Deportes Quindío. Óscar sabía que en una institución más pequeña sus oportunidades de jugar serían mayores, por lo tanto accedió a la propuesta. Gracias a su regularidad en el nuevo club, lo convocaron de la selección para participar en el Mundial Sub-20 Arabia Saudita´89. Una vez allí, el equipo cafetero hizo grupo con Unión Soviética, Costa Rica y Siria. Pero solo la primera obtuvo con comodidad el pasaje a la segunda ronda, en tanto que los sudamericanos clasificaron raspando tras empatar en puntos con sus otros dos adversarios, pero llegando con un gol más a favor que Siria, que finalmente quedó tercera. Ya en cuartos, Portugal eliminó a Colombia con el único gol de Fernando Couto en la que fuese la mejor presentación del guardameta y sus compañeros. Igualmente para el caleño, la competición le dejaba un amigo llamado Jorge Bermúdez, posterior compañero suyo en el América de Cali y en Boca Juniors. Así y todo, llegados los noventa Óscar Córdoba seguía siendo un arquero joven que pasaba de un club a otro durando una temporada sola. Del Quindío se fue al Millonarios y del Millonarios al Once Caldas, hasta que por fin, luego de tres años de idas y venidas, regresó a su Cali natal, donde su carrera cambió rotundamente. Por empezar, siendo titular del América se convirtió en internacional de la selección protagonista de aquel recordado 5 de septiembre del 93, día en que los dirigidos por "Pancho" Maturana golearon a Argentina 5-0 en el estadio Monumental de Núñez. La victoria fue histórica por múltiples razones: primero, porque a través de ella Colombia se clasificó directamente al Mundial USA ´94, enviando a Argentina al repechaje; segundo, porque el equipo de Alfio Basile venía de ser el campeón de América en Chile´91 y México´93; tercero, porque jamás un rival, en toda la historia de la selección albiceleste, le había encajado 5 goles en su propia casa (y menos aún por eliminatorias); por último, porque nunca más una selección colombiana volvió a jugar de manera tan fenomenal. El propio Córdoba, fundamental en aquella jornada sublime, la recordó con una humildad propia de los grandes hombres.



Colombia alineó a su equipo con el nombrado Córdoba; Herrera, Luís Perea, Mendoza y Wilson Pérez; Leonel Álvarez, “Barrabás” Gómez, Carlos Valderrama y Freddy Rincón; Faustino Asprilla y Adolfo “El Tren” Valencia. Luego de la victoria, los seleccionados de Maturana tuvieron que salir a saludar dos veces al campo a los mismos espectadores que los habían abucheado en el comienzo del partido, quiénes, a modo de teatro, querían despidirse de sus artistas. El equipo argentino ya se había ido, sumido en la vergüenza, sin tiempo para intercambiar camisetas. La imágen de los once "amarillos" con los brazos en alto, ante 70.000 espectadores que aplaudían de pie en las gradas del Estadio Monumental, es un recuerdo imborrable. A continuación, un video homenaje para recordar a estos héroes.



Aquella victoria subió a los colombianos a una montaña rusa de la cual se cayeron estrepitosamente un año más tarde. Una vez en el mundial, la selección tricolor sufrió una derrota por 3-1 en su presentación frente a Rumania y luego volvió a perder frente a Estados Unidos con un autogol del zaguero Andrés Escobar. La única victoria, frente a Suiza (2-0), no alcanzó para desarmar las valijas y para colmo de males, el propio Escobar encontró la muerte saliendo de una disco una vez regresado a su patria. El dolor de Córdoba, de sus compañeros y de todo el pueblo colombiano recién pudo calmarse un poco cuando el América obtuvo el pase a la final, por cuarta vez en su historia, en la Copa Libertadores 1996. El "eterno subcampeón", como le decían en Argentina, tenía en sus manos la oportunidad de tomarse revancha de lo sucedido en el 86, cuando el River de Veira y de Juan Gilberto Funes se había quedado con el torneo en su propia casa. El 19 de junio -una década más tarde- “Los Diablos Rojos” vencieron en Cali a River por 1-0 con gol de Anthony de Ávila, único sobreviviente de la "vieja final". Pero una semana después, el viernes 26 de junio, se encontraron con dos goles de Hernán Crespo que obligaron a cederle otra vez el título a los de River. Aquella noche del Monumental, el América salió a la cancha con Óscar Córdoba en el arco; Carlos Asprilla, Jorge Bermúdez, Dinas y Mazziri; Wilmer Cabrera, Oviedo, Berti y Escobar; “Ferry” Zambrano y Anthony de Ávila. Un equipo memorable, que estuvo a un paso de lograr la hazaña.

A finales del año siguiente, Óscar Eduardo Córdoba fue transferido al Boca Juniors de Argentina. Con él se unió su inseparable amigo Jorge Bermúdez (previo paso por el Benfica portugués) y al poquito tiempo otro colombiano, Mauricio “El Chicho” Serna. Aquel “Boca de Bianchi” o “Boca de los colombianos” fue realmente una aplanadora. Juntos los tres, ganaron el campeonato Apertura 98 y el Clausura 99, siendo el primero de ellos aquel donde Óscar consiguió conquistar a "La 12", luego de pararle un penal al "Muñeco" Gallardo la tarde de su primer Superclásico frente a River. (Video: http://www.youtube.com/watch?v=JAPRzk_v2y0) Ya en el nuevo milenio, el equipo auriazul acompañó la obtención del campeonato local (Apertura 2000) con otro título de excepción: la Copa Libertadores de América. En la definición, los xeneixes vencieron al Palmeiras de Brasil en los penales, nada más y nada menos que con dos fenomenales atajadas del guardameta, seguidas de la conversión de Bermúdez, obteniendo así aquel título que se les negara a ambos cuatro años antes.

El 28 de noviembre de 2000, Boca se consagró campeón Intercontinental tras vencer al Real Madrid por 2-1 en el Estadio Nacional de Tokio. Córdoba no podía pedir más. (Video: http://www.youtube.com/watch?v=h5gYLCXFjT8) Al año entrante, el club cedió la obtención del torneo local a San Lorenzo (ganador del clausura 2000/2001) y a Racing Club (ganador del Apertura 2001/2002), pero sin renunciar a la Libertadores. En la defensa del título, los de Bianchi otra vez llegaron a la final y de nuevo ganaron por los penales, en otra afortunada noche de Óscar, que dejó mudos a los mexicanos del Cruz Azul. (Video: http://www.youtube.com/watch?v=jtfWU6NtHow&feature=player_embedded#) Boca volvió a Japón para disputar la Copa Intercontinental, pero esta vez el Bayern de Munich marcó el único gol del encuentro. (Video: http://www.youtube.com/watch?v=g3txY4B7MPg) No obstante, el año se cerraba para él con el título deportivo más que importante de su carrera: la obtención de la Copa América para Colombia, por primera vez en su historia y frente a su gente. La vuelta de Pancho Maturana a la selección no pudo ser mejor. El combinado local aplastó a sus rivales, venciendo por 2-0 a Venezuela, 1-0 a Ecuador, 2-0 a Chile, 3-0 a Perú (en cuartos), 2-0 a Honduras (en semifinales) y 1-0 a México en la final del estadio El Capín de Bogotá. El gol llegó en el segundo tiempo, tras una falta lanzada por Iván López desde la derecha, directamente hacia su tocayo, Iván Ramiro Córdoba, quién anotó con un extraordinario cabezazo. Puntaje ideal y valla invicta para los colombianos. Otra vez Óscar entraba en la historia grande del fútbol de su tierra.

A finales de 2001, Córdoba fue catalogado por el IFFHS como el segundo mejor arquero del mundo, detrás del germano Oliver Kahn (del Bayern de Munich) y superando en votos a bestias de la talla de Gianluiggi Buffon (Italia) y Fabien Barthez (Francia). Sin embargo, nunca pudo rendir en Europa con el nivel que consiguiera hacerlo en sus anteriores equipos. Vendido al Perugia de Italia en 2002, nunca logró adaptarse y al cabo de un semestre ya se había ido al Beşiktaş de Turquía. En Estambul, ciudad marítima, como su añorada Cali, atajó durante cuatro temporadas hasta que se produjo su traspaso al Antalyaspor del mismo país. Luego de custodiar la valla para ese equipo durante el período 2006/2007, Óscar Córdoba anunció su retiro, aduciendo a la fatiga que le generaban las concentraciones y las pretemporadas y a la no resolución de un ofrecimiento para jugar en la MLS de los Estados Unidos. Pero lo que parecía el final de una carrera en el exilio de la lejana Europa, pronto se resolvió con un regreso a su querida Cali tras la oferta realizada por el Deportivo, a la cual accedió inmediatamente. Con 37 años se unió a "Los azucareros" para reivindicarse de las dos malas temporadas jugadas durante los años 89 y 90. No obstante, solo estuvo un semestre allí y en julio de 2008 se vinculó al Millonarios, otro viejo conocido. Desde ahí anunció su retiro para finales de este año, haciendo las siguientes declaraciones para el Diario deportivo Ole, el pasado 5 de noviembre de 2009: "En un año he tenido muchas lesiones y el problema de la espalda ya es crónico, entonces esta temporada es la última, no le veo otro desenlace a esto, no tengo más que hacer". En la actualidad, "Los embajadores" no atraviesan un buen momento y luchan por ingresar en la semifinal del campeonato: "Si Millonarios avanza, sería una excelente manera de despedirme", dijo el arquero para el mismo medio. Realmente sería un milagro que los "azules" se queden con la copa. En todo caso, nadie mejor que Óscar para echar una mano, que de copas sabe bastante.


El Futbolólogo