Elías Figueroa
EL FUTBOLISTA ILUMINADO



Elías Figueroa sigue siendo hoy un mito en la historia del fútbol. Recordado y querido por sus compatriotas chilenos y latinoamericanos, este 25 de octubre cumple 63 años. Pero para mí es una persona que me trae un grato recuerdo de la infancia, de una revista, de una peluquería y de un amigo. Gracias a él comencé imaginarme el fútbol de otra manera.


Ese recuerdo me transporta al día fuimos con mi amigo Eric a lo de un peluquero que atendía cerca de su casa, un tal Cirigliano. Tendríamos unos doce años cada uno y nos unía la calle. Yo lo acompañé a cortarse el pelo y mientras el tal Cirigliano éste le pasaba la máquina, casi al final del corte, me puse a mirar una Revista El Gráfico del año 1973 que había en la mesita de la peluquería. No me acuerdo si hice algún comentario o algo, pero el tipo se percató de que si no me lo daba se la iba a afanar seguro y entonces me lo regaló.


Habían varias notas en esa revista, que todavía conservo, sobre la selección argentina que fue a jugar las eliminatorias a Bolivia, el famoso equipo de «Los Fantasmas»; otra del Huracán campeón del Metropolitano; otra del “Beto” Alonso en River, de los goles de Potente en Boca, en fin. Pero la nota que más me interesó de esa revista era una encuesta realizada a periodistas latinoamericanos sobre cual sería la selección ideal, de aquel entonces, que pudiera enfrentar a su homónima de Europa, un posible equipo integrado por Maier, Beckenbauer, Facchetti, Krol, Johan Cruiff, Eusebio, etc., etc. Entre los encuestados figuraban periodistas deportivos de la talla de José María Muñoz, Nestor Ibarra y Carlos Juvenal (todos fallecidos a esta altura) y el equipo que había puesto El Grafico era este: Daniel Carnevali (arquero argentino); Enrique Wolf (Arg.), Roberto Perfumo (Arg.), Elías Figueroa (Chile) y Ricardo Pavoni (Uruguay) en defensa; Miguel Angel Brindissi (Arg.) y Clodoaldo (Br.) en el medio; Jairzinho (Br.), Carlos Caszeli (Chile), Teófilo Cubillas (Perú) y Rivelino (Br.) en la delantera. El equipo estaba con las fotitos de cada jugador en su puesto, como a mí me gustaba verlos. Hubo tres que fueron los más votados: Clodoaldo, Brindissi y Elías Figueroa, en ese orden. Yo al chileno no lo conocía de nada, nunca había oído hablar de él. Pero, no sé por qué, me llamaba mucho la atención su físico estilizado, fuerte. Quizás es raro lo que voy a decir, pero uno a un crack lo distingue a simple vista en una foto. Figueroa es considerado como uno de los mejores defensores centrales de todos los tiempos y eso es muy raro para un tipo que nunca consiguió ganar una Copa del Mundo, una Libertadores o una Copa América, digo ¿no? Su máximo logro fue la Supercopa Sudamericana con Peñarol en 1969. Y hago esta distinción como crítica constructiva ya que para mucha gente, como, por ejemplo, algunos de los periodistas encargados de votar para el Balón de Oro europeo, contemplan más los logros colectivos que los individuales (creo que la única excepción fue la de Johan Cruyff en 1974). De ahí que algunos consideren, con cierta razón, que Pelé fuese más que Maradona. Otro dato de rigor es que el chileno debutó a los 15 años, una edad bastante pronta para desempeñarse en una posición de gran responsabilidad como la de zaguero central, lo que demuestra madurez y fuerza física desde muy joven. La aparición se produjo en el Santiago Wanderers de Valparaiso, ciudad en la que nació y los 17 años, tras un breve paso por Unión la Calera (también de Chile), lo vendieron al nombrado Peñarol de Montevideo, un pase más que importantísimo para la época teniendo en cuenta su temprana edad y que éstos últimos venían de ser los Campeones Intercontinentales 1966. Pues bien, con Figueroa Peñarol salió tricampeón uruguayo 1967, 1968 y 1969 siendo, el joven chilenito, elegido Mejor Jugador de los Campeonatos ´67 y ´68 ¿Qué tal? Sin embargo, la foto que yo vi en esa revista era de cuando jugaba en Internacional de Porto Alegre, club que lo fichó en 1971. Como no podía ser de otra manera, bajo su liderazgo los «Colorados» llegaron a la cúspide nacional por primera vez y, para mejor, por partida doble, al convertirse en los campeones del «Brasileirão» 1975 y 1976. El primero de ellos fue el más importante, sin dudas, ya que lo ganaron con un famoso gol de él, el «Gol iluminado». La historia de este gol es buenísima: cuenta que el 14 de diciembre de 1975, en la final jugada ante Cruzeiro, en el «Gigante» da Beira–Rio, el cielo se encontraba completamente nublado. Valdomiro pateó un tiro libre desde la derecha y la pelota se elevó buscando el centro del área, donde se encontraba el zaguero listo para dar el salto. En ese mismo instante, un inesperado rayo de sol se dejó caer en el sitio exacto en que Figueroa corría y se elevaba, más alto que los defensores del Cruzeiro, y con un potente cabezazo metió el gol del campeonato.





En el país del “jogo lindo”, el de Valparaíso ganó todo a nivel individual: Fue elegido el Mejor Defensa Central durante cuatro temporadas: ´73, ´74, ´75 y ´76 y el Mejor Jugador de los años 1975 y 1976. Quienes lo vieron por entonces, hablan hasta el día de hoy de una técnica privilegiada y una fuerte personalidad y caballerosidad. Se distinguía sobre el resto porque era capaz de cortar el ataque contrario e inmediatamente salir jugando desde el fondo, con total elegancia. También destacaban su capacidad de liderazgo para ordenar la defensa, su cabezazo descomunal y su garra a toda prueba. Su fama no tardó en cruzar los límites del fútbol brasileño e inmediatamente eligieron como el Mejor Futbolista de América 1974, 1975 y 1976. En Palestino FC (1977–1981) se consagra Campeón de la Copa Chile 1977 y de la Liga del ´78, logrando una racha de 44 partidos invicto. Elías participó en tres Mundiales como internacional de la selección chilena: Inglaterra ´66, Alemania ´74 y España ´82, y aunque en ninguno de ellos «La Roja» pudo clasificar para la segunda ronda, el dato sirve, al menos, para darnos una idea de su gran nivel y su excepcional estado físico si pensamos que podría haber jugado tranquilamente cinco mundiales. A los 35 llegó la hora de su retiro, tras un breve paso por la MSL estadounidense, como marcador central del Colo-Colo de su país. Fue un jugador excepcional, sin dudas, querido y respetado por todas las hinchadas.





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