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-Segunda parte-


El Barcelona de Bilardo

En el post anterior comentamos las dificultades que tenía el actual Barcelona y la primera propuesta fue armar un equipo menottista en vías de solucionarle a Luis Enrique el problema del once titular. El resultado fue un 4-3-3 de gala con una pequeña modificación en la posición de Messi, al que retrasamos para que entrase al área tirando paredes con sus compañeros, como lo hacía Kempes en el Mundial-78. Ahora lo que hacemos es pasarnos a la vereda de enfrente, ofreciendo un equipo más espeso y menos espectacular, pero muy solvente.
A Bilardo siempre se le criticó su costumbre de estudiar a los rivales con la minuciosidad de quien descifra fórmulas secretas. El hecho de que utilizara artimañas feas (ponerle droga a la bebida de un contrario, mandar a un defensor –Julián Camino- a lesionar a un rival –Franco Navarro) son puntos negativos de un prontuario extenso como entrenador. Por ello imaginar un Barça con su sello sería prácticamente imposible.

Pero cuidado, porque sus puntos a favor son justamente lo que necesita el conjunto blaugrana hoy: resolver los problemas defensivos cuando toca un rival de categoría; hacer que Messi vuelva a ser el número uno indiscutido. En sus treinta y pico de años como entrenador, Bilardo solo ganó dos títulos: el Campeonato Metropolitano del ´82 con Estudiantes de La Plata y la Copa Mundial de México-86. En la última, como todos saben, consiguió que endiosaran a Maradona. Por lo tanto ¿no estaría bueno armarle un equipo a Messi como fue la Argentina de Diego?

Siempre se ha dicho que a esa selección albiceleste era muy difícil hacerle un gol. Y no es que justamente utilizara muchos defensores. De hecho solo usaba tres. Pero lo que sí poblaba mucho era el mediocampo, rodeando a Maradona de asistidores varios. El funcionamiento colectivo asemejaba a cuando en el fútbol americano el mariscal de campo se escapa solo; entonces todos sus compañeros lo escudan para que nadie logre taclearlo. De la misma manera, cuando Maradona agarraba la pelota, automáticamente cada jugador hacía su papel para que el funcionamiento se pusiera en marcha.

La Argentina de Bilardo jugaba con un líbero (José Luís Brown), que adelantaba la línea defensiva y aseguraba el juego aéreo, y un delantero centro (Valdano) que bajaba para apoyar a los volantes. La defensa se completaba con dos stoppers, uno más fuerte, marcando al primer punta (Ruggeri) y otro más ligero (Cucciuffo) marcando al segunda punta. En el medio, un lateral-volante (Julio Olarticoechea), otro central (Batista) y un tercer volante encargado de hacer de “hombre invisible” (Giusti), apareciendo solamente para los foules tácticos y para servir de referencia. Él tenía que llevar el peso de cuidar la equidistancia entre Brown y Valdano para que el campo no se hiciera largo y el rival pudiera encontrar los espacios. Este jugador, que casi no usaba los pies, era el más concentrado de los 11 junto con el líbero, ya que prácticamente todo el mecanismo defensivo se estructuraba en ellos. Delante suyo, un enganche (Burruchaga) y un pasador de apoyo (Enrique) aportaban para que Diego la rompiera junto con Valdano. 

El Barcelona tiene varios de los futbolistas que este planteo táctico requiere, pero de momento me sobra un lateral y un delantero. Aunque fue difícil elegir, creo que estos serían los titulares adecuados:

Pumpido
(Bravo)

Brown
(Piqué)
Cucciuffo             Ruggeri
(Bartra)        
      (Mathieu)

  Giusti            Batista      Olart´chea 
(Mascherano)(Busquets)       (Alba) 
      Enrique     Maradona     Burruchaga
    (Xavi)        (Messi)     (Iniesta)    
                      
     Valdano   
    (Suárez)


Pero como al barcelonismo le gusta jugar con tres puntas y dos laterales, vamos a completar este sistema al modo en que lo jugó Brasil en el Mundial de Corea y Japón 2002, con Cafú y Roberto Carlos en las bandas y la “triple R” (Rivaldo-Ronaldo-Ronaldinho) bien arriba. Así nos quedaría el equipo:

Marcos
(Bravo)

Lúcio
(Mascherano)
Roque Jr               Edmilson
(Piqué)                 (Mathieu)
Cafú                G. Silva           R. Carlos
(Alves)          (Busquets)           (Alba)

Kleberson
(Rakitic)

Rivaldo           Ronaldo    Ronaldinho
(Suárez)         (Messi)     (Neymar)

La inclusión de Ivan Rakitic sería en este caso una novedad, pero no es excluyente. Puede jugar en esa posición cualquier volante, dado que el armado del juego es más una tarea de los de arriba, apoyados desde las bandas por los carrileros. La transición defensiva es fácil porque se trata de una defensa de cuatro adelantada, más un líbero y un mediocentro que se pueden juntar en cualquier momento en la mitad de la cancha. Si el control de la pelota necesita de un dispositivo más poblado en esa zona, se le da descanso a un delantero, incorporando otro volante, pero manteniendo las bandas para el uso de los laterales-volante.
Creo que ahora se nos hace más claro que el panorama del Barcelona de Luís Enrique no es tan negro como parece. En la próxima, el Barça de Mou y las conclusiones.




El Futbolólogo