- Sudáfrica 2010 -

MARADONA ME GANASTE




Este Mundial de Sudáfrica ha comenzado de forma extraña. 1, 5 goles de promedio en la primera fecha de un torneo de semejantes características no es algo normal ¿Las razones? La ley de los tres puntos y el hecho de que solo pasen dos equipos a la segunda fase estimuló el conservadurismo de los entrenadores. La prima fue negociar el único punto, prestando el balón por unos minutos a cambio de un espacio para contragolpear. Para peor, el efecto mediático de la indómita Jabulani, el balón oficial, alteró el ánimo de los arqueros, de los defensores que se dedicaron a reventar balones, de lo medios que se lo pasaron dando malos pases a los delanteros, que erraron casi todo lo que remataron. Pocos equipos arriesgaron en la primera fecha y los que lo hicieron pudieron golear (Alemania), ganaron bien (Corea del Sur y Holanda) o ganaron hasta ahí (Brasil, Argentina, etc.), pero ganaron.


La segunda ronda, que aún no ha terminado, cambió todo el esquema. Ahora los conservadores tienen el agua hasta el cuello, pierden o empatan y se quedan afuera. Los apuros hacen perder el miedo a la pelota, que empieza a entrar en el arco como debe, a doblar por el efecto bien dado con el interior del pie, a llegar a las cabezas de los que reciben el centro. El fútbol cambió y, por suerte, el espectáculo también.


Pero esta nota tiene nombre propio o, mejor dicho, el apellido Maradona. Hace unos meses publiqué un artículo sobre el DT en http://www.hinchapedia.com/ En aquella oportunidad critiqué al seleccionador argentino desde la fenomenología misma del espectador y también critiqué a la AFA por su rara designación. Fui, como muchos, víctima de la mala prensa y lo digo sin vergüenza. También propuse algunos cambios para el equipo, nombres que están hoy en Sudáfrica y otros que no. Casi todo lo que dije aquella vez terminó siendo lo contrario de lo que sucedió: Romero acabó siendo titular en el arco (nunca lo propuse); Samuel, hoy lesionado, es el primer eje de la defensa (nunca lo propuse); Heinze juega de lateral izquierdo (esta vez acerté); Verón fue el asistente de Messi en el primer partido (yo decía que jamás podría serlo); se redefinió el puesto de Messi como enganche (por suerte) y el “Pipita” Higuaín acabó siendo el 9 de la selección albiceleste (nunca lo propuse como tal). Al decir “Maradona me ganaste” quiero decir que empiezo a entender el juego que quiere este hombre para su seleccionado, idea que comencé a visualizar tras el triunfo de Argentina por 1-0 ante Alemania en el amistoso jugado en el mes de marzo. Antes del mismo todo para mí era una intriga. En dicho partido, el ex futbolista paró delante del arquero Romero a una línea de cuatro zagueros centrales en defensa (Heinze, Samuel, Demichelis y Otamendi), cuatro volantes (Jonás Gutiérrez, Verón y Mascherano y Di María) y a los delanteros Messi e Higuaín. Ese planteo me cerró todas las dudas. Por fin se vio un equipo, un esquema, un 4-4-2 clásico para aguantar a un rival del calibre de Alemania, de la potencia de Ballack, Klose, Podolski… Entonces me di cuenta de que había sido el mismo concepto para Bolivia y Paraguay de visitante en las eliminatorias, pero con otros jugadores, con los que se podía tener en ese momento o con los que se creía que iban a responder acorde con la idea y que no lo hicieron. Primer esquema (defensivo): Maradona 1; Futbolólogo 0. Este tipo sabe más que yo.


La segunda sorpresa me la llevé cuando el propio Maradona declaró que Tévez estaba para jugar, que tenía que ponerlo sí o sí. Entonces apareció otra incógnita: ¿A quién se saca? ¿Qué dibujo táctico se arma? En el primer partido de la Copa, ante Nigeria, Tévez, Messi e Higuaín jugaron en la delantera de izquierda a derecha, bajando cada uno por su sector a buscar el pase de los mediocampistas. Esto hizo posible que jugadores como los dos primeros tuviesen más contacto con la pelota en un sector del campo donde pueden desplegar su mejor arma, la gambeta, al tiempo que obligan a salir a un defensor sí o sí. Tévez y Messi arrancan la jugada desde atrás mientras Higuaín busca el hueco para meterse como centrodelantero, abriendo la segunda cerradura del extremo derecho, Jonás Gutiérrez, que se proyecta desde la posición de lateral cada vez que Verón le abre la primera cerradura, tirándose de 8 clásico hacia el centro del campo.


Cada vez que Messi baja, Verón le asegura la pelota con un pase corto, al tiempo que Higuaín se mete de 9 dejándole todo el lateral barrido a Jonás para la subida. Por el otro costado, la comunicación izquierda es mitad y mitad entre Heinze y Di María (sube el primero, baja el segundo). Samuel, Mascherano, Demichelis hacen el triángulo invertido en posiciones fijas (2-1) cuando el equipo ataca, y cortan todo inmediatamente cuando sus compañeros pierden la pelota. Contra Nigeria se erraron muchos goles (o los salvó el arquero, que no es lo mismo) y faltando 15 minutos Maradona apostó aún más al ataque: Maxi Rodríguez por Verón, Milito por Higuaín y, viendo que el gol no llegaba, entró Burdisso por Di María, cerró la persiana con un 4-4-2 al estilo “amistoso Alemania” y los tres puntos para casa.


Contra Corea del Sur pasó casi lo mismo, pero mejor. El equipo jugó 3-1-2-3 + Jonás Gutiérrez como carrilero derecho. Esto pobló mejor el eje central ante un rival que había vencido a Grecia en su primer partido jugando los 90 minutos por los costados. El primer gol fue de Chun-Young a propia puerta. Luego aumentó Higuaín y, antes de acabar la primera parte, Chung-Yong (parece el mismo que el anterior, pero no lo es) descontó para los asiáticos. En el segundo tiempo, Corea superó físicamente a Argentina y puso varias veces en peligro la valla de Romero. Mirando el partido por TV comencé a gritarle a Maradona (¡como si me fuera a escuchar!): “¡¡¡Poné a Bollatti, juguemos al doble 5, recuperemos la pelota en el medio!!!”. El hombre no me hizo caso. Salió Tévez, entró Agüero, Higuaín aumentó con dos goles y a los 80 minutos ingresó Mario Bolatti a pedido del Futbolólogo: Maradona 2; El Futbolólogo 0.


Argentina tiene muchas posibilidades de quedar primera en el grupo B y, por ende, de clasificar a octavos. De conseguirlo, como primera o como segunda, el rival es sí o sí procedente del Grupo A (Sudáfrica, Uruguay, Francia o México). De todos los que hay, para mí lo peor a enfrentar sería México. El punto bajo de los de Aguirre puede ser que hasta ahora no mostraron tener más que dos tácticas trabajadas: conservar el balón al principio, buscando marcar mediante la población del área, llegando con pases cortos, o, si no consigue marcar, poner a “Chicharrito” Hernández y a Cuauhtemoc Blanco a jugar al pelotazo. De ser así, habría que aguantar el primer tiempo y marcar a Blanco, de mala forma física, pero siempre peligroso y astuto, en caso de que se implementase la segunda opción. El punto fuerte sin dudas es el ánimo con que los mexicanos llegaron a esta competición. Se consideran la mejor selección de los últimos tiempos y, si el partido se embarra o se carga de roce, se ponen duros en el uno contra uno, incluso hasta llegar a ponerse agresivos. Como agregado, Argentina eliminó a México en cuartos de Alemania 2006 y en la semifinal de la Copa América 2007, con lo cual queda claro que nos tienen un hambre bárbaro.

De pasar a cuartos habría que jugar contra algún equipo de los grupos C (Inglaterra, Estados Unidos, Argelia o Eslovenia) o del D (Alemania, Ghana, Serbia y Australia). De todos ellos intentaría evitar a Estados Unidos, si es que clasifica. Los Yankees juegan verdaderamente “fútbol americano”. Son grandotes atrás y tiran pelotazos largos a delanteros rápidos que pueden marcar con facilidad. No digo que Estados Unidos sea una potencia hoy día, aunque reconozca que han progresado mucho en los últimos años, igual que Corea del Sur. Pero, tomando en cuenta que Argentina no tiene centrales rápidos en el equipo (a excepción de Burdisso), esto podría acarrear problemas.


Este mismo sistema posee la selección de Suiza, siempre lista para bajar favoritos como sucedió con España en el grupo H, que se completa con las selecciones de Chile y Honduras. Los alpinos podrían ser un futuro rival en semifinales si Argentina queda primera en su grupo, como se dijo antes, y los segundos en el suyo son ellos. Claro que para que esto ocurra tendrían que bajar en octavos a uno de los monstruos del grupo G: Brasil, Portugal, Costa de Marfil o Corea del Norte. De este grupo solo veo a los primeros como una potencia, aunque soy creyente de que Brasil depende de que el cuarteto Julio César, Lúcio, Maicon y Robinho juegue todo el Mundial. Si le falta una de esas cuatro piezas (siempre desde mi punto de vista), Brasil deja de ser Brasil. Cierro esta parte del comentario con Portugal y Costa de Marfil, a los que hay que tenerles respeto.


Otra selección respetable, o algo más que eso, es Holanda ¿Defectos y virtudes? Juega corto y mucho por el medio. Cuida el balón pero no profundiza. Sus jugadores rotan con energía pero el esquema no cambia mucho. La inclusión de Robben podría abrirle más el juego a los naranja, crear más peligro en el ataque y hasta ganar el grupo E, que integran con Dinamarca, Camerún y Japón. Hasta donde pude ver, el jugador que más me gustó de este equipo fue van Bommel, que si sigue en ese nivel puede ser tranquilamente el mejor volante por derecha de este torneo. Falta un grupo para concretar la descripción de una semifinal imaginaria, el F (Italia, Paraguay, Nueva Zelanda y Eslovaquia). Sin ánimo de desmerecer, de arribar a la misma solo me veo inclinado por un viejo conocido como Italia, un equipo siempre difícil, con carácter, con historia, que juega igual desde hace 100 años y al que no le ha ido nada mal en los mundiales. Me temo que solo ellos podrían llegar a semifinales e, incluso, a la final.


Pero en el fútbol nunca se sabe y hasta Argentina se puede quedar fuera de los octavos si pierde contra Grecia en el próximo partido por 3-0 y Corea del Sur le gana por la misma diferencia a Nigeria en el grupo B. Entonces se acabarían las elucubraciones, los cálculos y este comentario no tendría valor alguno, ya que se han analizado rivales desde la perspectiva del juego de la selección de Maradona. No obstante, rescato que hay equipo, que hay dos sistemas, uno ofensivo con tres delanteros y otro defensivo con cuatro centrales. Si se gana el Mundial, bien por Maradona y si no me da lo mismo. A mí ya me ganó.




El Futbolólogo

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