Selección de Argentina
GRACIAS LEO


Tardé en escribir el último post de la Copa América un poco influenciado por la bronca de perder la final y otro poco porque prefería esperar a que la polvareda mediática se asentara. Hoy estoy listo.

Messi fue el centro de la crítica de un equipo que no anduvo bien en el examen final. Chile jugó a lo suyo y por eso ganó el torneo. No fue una campaña mejor que la de Argentina, por mucho que superaran nuestra diferencia de gol. Necesitaron del arreo del árbitro para ganar los cuartos y la semifinal. Pero como el campeón es el que gana la final… felicitaciones para todos los chilenos.

Luego de esto, tampoco hay que decir que todo el periodismo se la agarró con Messi. Eso es un error. Sí hubo un editorial del gordo Farinella en Olé (el diario de mayor venta en el país) que se hizo eco en las webs. A partir de ahí, todos hicieron “copia-pega” y los argentinos quedamos como unos odiosos que no queremos más a Lionel. Muchachos, no nos engañemos: siempre que pierde un equipo hay que agarrársela con uno, no con todos, porque el grupo aguanta mejor los golpes.

Farinella tuvo un ataque maradoniano. Pero el mismo diario publicó también entrevistas a jugadores, ex jugadores y directivos que le brindaron su apoyo al capitán, lo cual es una contradicción. O no, porque diario que mata al ídolo también lo resucita para tener carroña. Interesante lo de Olé, que como vio que lo de Messi no tuvo gancho, publicó a los pocos días un video de una jugada parecida a la de Higuaín en la que Batistuta metía el gol que no consiguió Pipita en la final. Les voy a pasar el link para que vean que el arquero estaba en otro lugar y que el pase del Piojo López a Bati era mejor que el de Lavezzi a Higuaín. Total, que si Pipita marcaba era Dios no?:
http://www.ole.com.ar/seleccion/Pipita-Bati_0_1389461341.html

En otros medios, La Vanguardia de España, por ejemplo, voces calificadas también se sumaron en defensa de La Pulga. César Luís Menotti, DT campeón del Mundial-78, lo vio tan clarito como que: “Cuando el equipo jugó bien, Messi jugó bien.” Como todos saben, el 22 de agosto empezará otra Liga y el Barcelona, con Messi marcando goles de a docenas, revalidará sus títulos. Es decir, que otra vez el fútbol se lo comerá todo, como canta León Gieco en "La Memoria".

Pero: ¿Qué pasará en la próxima convocatoria de la selección argentina? ¿Volverán Leo? La verdad que me da igual. Estoy un poco podrido ya. La maradonización de Leo fue un error: no se los puede comparar. Técnicamente podrán ser iguales, los dos capaces de abrir una lata con el pie izquierdo. Pero si Maradona hubiera tenido la conducta deportiva de Messi, si se hubiera cuidado como él lo hace o si hubiera pateado al arco en vez de dar tantos pases, habría conseguido los mismo títulos europeos o goles que Lionel ¿Y qué decir del actual capitán de la selección, que está a nada de ser el máximo artillero histórico y a 40 partidos de batir el récord de presencias con un mínimo de cinco años por delante? ¿Acaso si hubiera tenido el mismo espíritu combativo de Maradona, no lo habría superado ya? Diego jugó tres finales con la casaca nacional y Messi cinco. Pero uno perdió una y el otro tres.

Por lo tanto, basta de maradonizar, de ir de un extremo al otro. Seamos iguales en la victoria como en la derrota. Es cierto que Lionel te puede cambiar un partido hasta jugando descalzo. Pero esto no es el Barcelona. Argentina está en una crisis de ideas y como dicen los japoneses: “cuando hay crisis, hay posibilidad de cambio.” Alemania planificó su selección desde la integración de los inmigrantes, descartó al líbero, al Káiser de épocas combativas, por un equipo donde el todo fuera más que la suma de las partes. España también consiguió sus títulos en tiempos de tolerancia, con amigos dentro de la cancha y un entrenador empeñado en calmar el odio hacia Madrid y viceversa. Solo cuando volvió el centralismo lo hicieron los fracasos. Aquella vieja Francia de Zidane fue el primer campeón multicultural, una utopía de izquierdas, que se terminó cuando Sarkozy ganó las elecciones. Chile viene apostando por el cambio desde la época de Bielsa, con errores, como todos, pero con trabajo.

Las selecciones nacionales representan los cambios de los países. Pero en Argentina seguimos vanagloriando el centralismo y la viveza criolla. Así como creemos que un solo presidente es capaz de salvarnos, también creemos que un solo jugador puede darnos un título. Buscamos afuera al socio ideal de Messi en vez de hacerlo en una liga del interior y le echamos la culpa a él de nuestro fracaso colectivo.

Mientras el fútbol nos permita mantener el ego, el país seguirá cayéndose a cachos. La derrota obliga a mirar hacia adentro. Un gol de Maradona era capaz de hacernos olvidar la hiperinflación, se los puedo jurar. Pero Messi tiene otra idea: ayudar desde su lugar a hacernos grandes a todos. Ojalá Farinella tenga razón y haya que quitarle la cinta de capitán para que Argentina cambie de una vez por todas. Puede que Menotti esté equivocado: lo que Leo necesita no es un equipo, sino un país. 


El Futbolólogo

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