Holanda
UN EQUIPO FÁCIL


Como habrán visto, armar selecciones de distintas épocas no es cosa sencilla. No obstante, el pasatiempo sigue siendo una pasión para futbolólogos y pelotólogos de todo el mundo. Por más que parezca un imposible, uno nunca debe bajar los brazos ya que siempre hay oportunidad de encontrar ese "Equipo de Todos los Tiempos" que sea ideal y funcional a la vez.
Hoy proponemos como modelo a esta selección holandesa, equipo de todos, unánime e indiscutido. A continuación, 11 jugadores y sus videos ofreciéndoles lo mejor del fútbol total:


1 – Edwin van der Sar

Se quedó con el puesto por ganador y buen arquero, dejando atrás al legendario Jongbloed, jugador de dos finales de Copa del Mundo (1974 y 1978), y al eterno van Breukelen, campeón de la Eurocopa´88 y la Copa de Europa de ese mismo año con el PSV Eindhoven. "Larguirucho" gana por su técnica y su innegable confianza. Tiene un saque seguro, sabe ordenar la defensa e intimida con su personalidad y gran talla a la hora de los penales. Rara vez da la oportunidad del rebote porque posee lo mejor del instinto del arquero: saber despejar hacia el lado contrario donde proviene la jugada. ¿Algo más? Sí, los títulos: UEFA ´92, Champions, Intercontinental y Supercopa ´95 (Ajax), Champions League y Mundial de Clubes 2008 (Manchester United) y, por si todo esto fuera poco, es el único holandés considerado mejor arquero de Europa (1995) por la prensa especializada.






2 – Wim Suurbier

Inolvidable patada a Bertoni en el ’78, marcando territorio como buen lateral de su época. Se complementaban fenomenal con Johnny Rep cuando subía por la banda derecha, integrándose al ataque con velocidad y potencia. Este jugador vital de la Naranja Mecánica, ganó tres Copas de Europa y una Intercontinental con el Ajax a inicios de los setenta. Un grande no solamente de su club y de su selección, sino también como representante del fútbol de aquella década.






3 - Ruud Krol

Un talento increíble que agotó prácticamente todas las posiciones defensivas. Como central era un líbero genial. Como lateral te mataba si te pateaba al arco. Roberto Perfumo todavía lo recuerda como el único capaz de sacarle el botín de cuajo de un solo pelotazo. Fue en 1974, en Alemania, cuando Holanda nos paseó por 4-0 en la segunda ronda del Mundial. En el ´78 fue elegido mejor marcador central junto con Daniel Passarella y hasta el Nápoli italiano lo recuerda como su mejor líbero. Al igual que Suurbier, formó parte del Ajax y de la Naranja Mecánica de Rinus Michels.






4 – Ronald Koeman

Koeman es el defensor que más goles ha convertidos en la historia del fútbol: 193 en 533 partidos. Con esa cifra supera con creces a figuras de la talla de Daniel Passarella y Franz Beckenbauer. Además de poseer un tiro libre despiadado y un penal infalible, el rubio holandés fue un líbero sólido en el marcaje dentro del área y una salida siempre limpia para su equipo desde abajo. Integró la famosa selección de la Euro ´88, el PSV campeón de la Copa de Europa y el inolvidable “Dream Team” del FC Barcelona.






5 - Edgard Davids

A partir de ahora damos comienzo a lo que sería la segunda línea,con dos jugadores escudo, parados delante de los tres zagueros antes nombrados. Así va a jugar Davids, a unos pasos del hueco dejado por Koeman y Krol, con rienda suelta para lanzarse al ataque pero, principalmente, cortando el juego del rival apenas éste cruza la línea media. En esa misión fue clave para el Ajax campeón de todo del ´95 y en la selección holandesa semifinalista de Francia´98. Un "Pitbull" tirando tarascones a los pies del adversario y marcando como nadie el territorio con autoridad y destreza.






6 - Franck Rijkaard

Rijkaard iría por el otro carril interno, partiendo entre Suurbier y Koeman, con misión de stopper y terminando la jugada como un 8 clásico. En esa posición, verdaderamente no tenía quien le haga sombra. Una especie de falso volante, con llegada impredecible y visión de goleador, a la vez que un marcador personal con recursos infinitos para desquiciar delanteros. Su duelo con Rudi Völler en los octavos de final de Italia´90 quedará en la historia de las grandes provocaciones. Rijkaard fue campeón europeo e intercontinental con el Milan de Arrigo Sacchi , con el Ájax y campeón de la Eurocopa de 1988 con la selección.






7 - Ruud Gullit

Llegó y le puso rastas al fútbol. Como un cerrajero, trajo la llave maestra para abrir las vitrinas más cerradas y revestirlas de ansiados trofeos: primero la de su país, Holanda, con la Euro´88 y luego la del AC Milan, con aquella doble "Triple Corona" (Champions, Intercontinental y Supercopa ´89 y ´90) para convertirlo en "il piú grande di tutti".
Gullit -agarrensé- arrancó como líbero y empezó a adelantar su posición hasta terminar siendo ese jugador esencial, Balón de Oro 1987, primer heredero al reinado de Maradona en Italia. Este Kempes holandés tenía todo: gambeta, remate al arco, visión de juego. Era durísimo haciendo pressing, rara vez perdía el 1 contra 1 y la potencia de su cabezazo hacía agujeros en los arcos. Un tigre impregnado de espíritu de lucha, de calidad deportiva y humana. En este equipo juega con el 11 en la espalda, solo por ponerle un número porque, la verdad, jugaba donde quería y lo hacía siempre bien.






8 - Johan Neeskens

Su mejor ubicación en el campo es como un 8 clásico o como un doble 5, yendo y viniendo por el carril derecho interno. En este equipo se complementaría con Franck Rijkaard en los relevos defensivos y con Johan Cruyff en la elaboración del juego, alternando posiciones con el "Tulipán de Oro", sin jugar demasiado lejos de él. Un socio ideal en ataque, experto en el remate con pelota en movimiento y con una velocidad crucero siempre alta a lo largo de los 90 minutos. Por esta razón fue un grave dolor de cabeza para aquellos defensores temperamentales de su época (como Pasarella o el brasileño Luís Pereira) y hasta el arquero alemán Seep Maier le amagó una piña delante del árbitro en la final del ´74, harto de sus hostigaciones.






9 - Johan Cruyff

Genio indiscutido, como Di Stéfano, como Pelé, como Maradona. De mitad de cancha hacia delante no tenía ubicación y si se la daban igual se las rebuscaba para rebelarse. Inspirador del fútbol total, fútbol de los indóciles y de los libres. Su sprint en velocidad dejaba atrás hasta al más incansable de sus perseguidores -Gabrielle Orialli, número 4 del Inter, lo padeció en la final de Rótterdam-. Tres Copas de Europa, una Intercontinental, Triple Balón de Oro… todo es poco al lado de lo que era Cruyff como jugador, un compendio de dones que incluye la fantasía de los wines, la visión de los enganches y olfato de los goleadores.
Hombre orquesta, actor, inventor (auto pases de taco, centro desde la izquierda con pierna derecha), daba órdenes con las manos sin mirar la pelota. Velocidad y ejecución. Flacuchento, engañoso, irrompible. Dios te bendiga, Johan, lo meniscos y ligamentos cruzados que aguantaron tanta frenada, cambios de marcha y dirección. Gracias por tus enormes jugadas, por tu increíble liderazgo, adorable Tulipán de Oro.






10 - Wim Van Hanegem

Con él empieza la historia del fútbol holandés propiamente dicha, cuando en la primavera de 1970 alzó la primer Intercontinental de su país jugando para el Feyenoord. Sus tiros libres parecían lanzamientos de básquet al ángulo y su cabezazo -rara vez se vio algo mejor- era una estocada para los arqueros rivales.
Con un dominio del balón y un pase-gol inigualables, este formidable 5 - 10 fue la referencia ineludible de sus compañeros. Siempre estaba parado en el punto más central de la línea media, casi por donde se hace el saque mismo, y desde ahí abría el juego con pases precisos que, si llegaban a darle tiempo, iba a buscar al área como el mejor goleador que era. Su temperamento lo hacía temerario en el medio juego y su visión estratégica, que le brotaba natural de solo calmarse un poco, jamás encontró herederos ni en el Feyenoord ni en la selección holandesa.






11 - Marco van Basten

Si Gullit era el Tigre, Van Basten era el Dragón. Un jugador brillante que elevó el gol hasta convertirlo en una obra de arte. Salvo Pelé y pocos más tuvieron ese don acrobático que tenía él para definir. Verlo era como escuchar el último deseo de la pelota: morir en seco sobre la red sin conocer el dolor.
Porque Van Basten era eso, un matador, pero también un futbolista dotado. Quienes lo conocieron saben que su corpulencia y su altura (1,88) le llegaron de grande y que cuando era un niño pequeño, allá en Holanda, lo prepararon para ser enganche. Esa formación lo convirtió en un futbolista completo, capaz de cubrir la pelo
ta como nadie y de armar contragolpes letales en tres cuartos de cancha.
Debutó en el Ajax en el ´82 sustituyendo nada menos que a la leyenda de Cruyff. En aquel partido marcó su único gol de la temporada, la misma en la que los capitalinos se coronaron campeones. Desde entonces jugó y marcó goles incansablemente hasta que las lesiones lo apartaron del fútbol, dejando tras de sí un legado de títulos: una Eurocopa para Holanda (1988), dos Champions -con sus sendas Intercontinentales- y dos Supercopas europeas (AC Milan 1989/90), entre otros. Fue premiado, además, con tres Balones de Oro (88/89/92) con los cuales igualó al francés Michel Platiní y a su compatriota, el ya nombrado Johan Cruyff. Con el "Cisne de Utrech" completamos la lista de este equipo de ensueño y nos despedimos hasta la próxima semana.


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La táctica: 3-2-3-2

van der Sar

Suurbier... R.Koeman.... Krol

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Rijkaard Davids

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Neeskens ..........van Hanegem

....Cruyff....


.........Gullit....van Basten

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El futbolólogo

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